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C0lVÉR6ÉlClA nûm. 17 Carta antigua pero actlrtal al capitân general Enrlque Lihn Se ha convertldo en Èlste Mblto naclonal lmportunarlo a ùsted con cana-s ôlertas y com' prendo muy blen qùe no hrya leido nlnguna de ellas, c€loso de sus der€chos a la prlvacidâd en la correspondeflcla. No tenro pùes que me horr€ cor la recesldad de agradecede la ate[cl6[ prestada- Publlco esta carta para tranq fdad excluslva de ml propla corcleûcla y porque, con su perdôn, preft€ro hacerlo stt la lnterceslôt de Coffeos y Telégrafos, organtsmo qùe me merece desconfianzâ- Re, cibo caltas, en efecto, de vleios a1nlgos europeos qùe vlenen hemétlcamerte ablertas en sobres plâs, ticos sobrcaôadldos, colûo deslnfectadâs del vlnrs extrantefo. Pero elr liln, otro es ml tema de fondoi se Eata, seior, de una sùgerencla de altâ polittca (de la politlca del espirttù, ml especlâlldâd) que, por obra y desgâcta de Iâ poktlca contlngente, colnctde, en su aparlenct4 con la que en el d€clr de esos politlcos despla?ados qùe tnar)tpulan la empresa Dlagros, le estâriatr haclerdo a ùsted €l a3,5 por clento de los chllenosi es dech, la masa a'norfa Iæ suglero, en sùma, qùe reruncle a sù consustanclal lnvestidùra de iefe sùpfemo de lâ nacl6n, iùstânente para qùe €sa rDlnoria amorfa de polidcos maslvos no s€ salga cor la sùvaComo usled tân bien lo sabe,hay un pcligro que, graciasa su histdrica gesti6n, seha limilâdo a amenazardurantc mâsde un lustro a estepais, en lugaj de hundirlo en la perversi6nintrfnsecâ:el peligro rojo. Usled sigue y debiera scguir combâtiendoâ es€ alragdn,a Iâ cabezâde un gobiemoquecuent!con lâ simpalia de la Repûblica Popular Chinây que es compârable, en lâ firmczade susconvicciones, a los dc Pâraguâyy Africa del Sur. Por dcsgracia un pocodeblanco,unâminimâdistraccidn de la memoria,bâstaparaque el rojo -el mâscamâlednico de los colorcs,cdmplicede lasastucias dcl infier no- derivehaciael color de rosâ, Ahora resulla, scf,or,que los propios cdrdenales dcl comunismochile. no se hacenchiquititos y declaranquc su parlido no es mâs que un club so- El tio, inédib h.sh !boâ, tùe escnb por sù autor 6a e1ëeùdtiimo Cerardo de lmpiei se3ùn se rdiènde, hace ya llEdedor d. die2 ânôs. Lo publicrnos côrô un p6rluno hommlj€ nds a qui.n .i.tue.re cmpaniria lâs espènnas qu€ F abEn a l. .is.ci6. acrual; y r.l v.z no se soQændctlÀ,aùque lo lâôenb!', de te Dcdidi o qu. bdrvia .irùa !ù denand! @nseryarù. vigênci!... y, â lo sumo,discial.poconumeroso ciplinado,Y lo queespcor,csosseioresquizÉno mienaan. Y queesainsignifrcancia objetiva les permita dar un gran salto cùaliElivo o inundâr,de pronlo, cl lerrilorio nacionâl:âl modo de esascatâstrofesnaluralesque afeclan â esæpais.Pucsmire us@d,algo quesabc:el gcrmcndel comunismo es la democracia incsponsâblc, sinâpellido, que pretendeaccedera lâ unidâd "sin idoologismos divisionistâs". como dicenlos politicosbisoflos. Desdequecundela especie, como lâ mala hierba. de quc no se puede diâlogarcon ustedy quc sc lc imputa un estâdopermânentede pecadomor, Dl, micnEaslâ iglesiâno lo defienda dc esey oûos cargos,los rojos pucdcn guârdâre su pigmentoen el ojo. Seguros de qùe el virus democrélicoûâbajâ a tàvor de ellos y cn contrâsuyâ,mi câpitân general, I-os liempos, scflor, hân cambiadoy âunqùe somo! etemos. como desdeya lo ase$na la postcridâd, y âunque el liempo sea,como observdPlatdn, una mdvil imagendc la eÈmidad, debemos âjustârnuestravoluntâdde hierro a las movilidadescontingenles dc esaimagen etema.Hây que resignars€,hist6nc:rmcnte,a la idea de que es muy Archivos Salvador Allende dificil (aùnqueno imposible.en otras condiciones) reslâblecer la monarquia lrâdicionâI.Por lo tanlo, haslânuevâ ordcn,"lâ sobe.âniaresidccn cl pueblo". Es imporlanteque no recâigaen lâ chusma,hay queraspasarsela a los indusEialesilustrddos,a los grandes poetasy a los fildsofosde mâyorprcstigio o, en sù defecùo, â una dcmocrâcia conse.vadora,que nosdefiendâdel enemigoprincipal.Por una paradojâ histdrica,surenuûciâ,excelencia,es !o ûnicoquepuedesalvamosdei marxismo y pztra e,soeslâ usted prepârado, "L,aabnegacidn del guenero-escribid Altred de Vigny en Selritllmbre y grandezamilitares-es una cruz mâs pesa.lâ que la del m6rdr. Hây quc hâberlallevado mucho liempo pârâ y su pcso"y, sabercuéles su grandeza âùnque "la auloridad absolula que ejerceun hombreIe obliga â mântener una reservaperpetuâ"cierto esloy que la abdicacidnserâ,sino el mayorde sus triunfos,lâ perlaqucloscorone.Y que bajo esacorona,que no es lâ de la monarquiâ, sosienidapor el ângel de la abncgacidnen el aire, un hombrepâsârâ en gloriâ y majestâda la histo{ia âl retira.rse, con modeslia,a su vidâ privaoâ. A suspres.(J cotvÊn6Ê$la Enrique Liihn: acto rinico, irnagen mâs que sombra Mado San Martin "Flota enlle mi una imagen.hombrco sombmSombramâs que bombre,imagenmâs quc sombra. Se mc ha pedidoalgunallineâssobrcla biografiay el signilicadode EnriqucLihn. He escritocsro: ACCION PERSONÂIE Un hombre. ESCENA Dcspojarde su ruido a la ciudâd. Dcposilir ùna imagcndel hombreen la sala. PoJero.o\ca&ivere.{e o(ullar en lJ\ .omhtà.. hâslâbaccrposible El hombrcpcrmânecerâ unâ escenâen que la rcalidâdseaun rcflejo del deseo:unâ pcquenâmuerte,un sarcâsmo o mueca:o tal vcz, muchomâs cerca, una parodiâ,ùn falso bufdn dc si rnismo. El hombre e,slââcuûucado,sin saber a dônde ir. Busc.jrefugioen estâsâlay qué desorden. Mcjor s€ estâ quieto. Toda accidn es engâiosâ. escuchâla oscuridad. Respiracon precâucidn: Hâstâque no hay mô remedioqùe la huida. De pronlo, desdelejos, desdc todas partes, unâ luz, una miradâsin objeto,grilândo lo que sobn, Io que yace y que apestâ. Pônnane.egolpeândolos dedosen el suelo. como si las mânos con ciegaestupidez, fue!ândcmasiadohumanâsy hubicraquc ocullarlas. Despùésde todo, canta y bâila, estâ sin poder Algo fâllâ, unâ conczadc soledâd, reconoccrs€. gâsuda, le palpâ h nalgâ y antesde que enfurezca, sc apaga,s€ quedâ quieto en la oscuridad,vuelto sobre sus espaldas.Alli, por inslânle permaneccrâ, En eseciegoy sordolugar,diciendo:estees el limile; simélncolaldn que orilleâ coo crùel âltJorcto,Pasândoel tiempo, retomâ a su danza.læ âcoda.entonces, descubriruna mcntira,Rcflexiona. Deseasâtier si eslo es r€alidadHay fuerzâs que golpcân por entrarSe oculta detrâsdel dempo, parano lenerquc scguirhuyendo. Se mùesùâindifcrcnlc.sin embargo, actlia como si en cadâ ocâsidn esperaû â1go. Sienæque le han dejadoen el desierro, con los nerviosen las mânosy cn los ojos asi como un vâciopor dondecaenlas cosas. Buscaâlgo parauna rebeli6no aveniurapersonal. Sienk que no ærminardnuncade buscar. Pcro no ha, prisâ.Lo loma con calma,jueia. Piefdeel dcmpo.Da una ideadel lrayecto. Paradoen mcdio dcl escenario, escup€el suelo. Se agâchâ,rccogeunascenizas,sin gesto, las separâa golpes, lanza unâs a las estrellas y otrasàl escupilajo. Sdlo entonccs,unosespaciosblancos se acercân.se muevende prisa, con ojos fnos y orgullososobservan, El hombrcs€ levanLay se marchâ.lD(| Archivos Salvador Allende
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